EL PODER DE LA IMAGEN
La imagen de la portada es un reflejo de la realidad actual en estos primeros meses fatales del "veinte veinte". No cabe duda que vivimos en un mundo mediatizado donde la imagen cobra un valor significativo y fundamental para la información y comunicación de aquellos que habitamos este planeta. Pero lo cierto es que en este juego mediático, la imagen puede también tener un propósito perverso y disfrazar la realidad o manipularla.
María Acaso (2006) nos advierte del peligro de creer que la representación de la realidad es la realidad misma.
Lo cierto es que aquello que conocemos como "cultura visual", es decir el conjunto de representaciones que nos rodea y provee de significado nuestro entorno, puede llegar a manipular nuestro concepto de realidad. Para que ello no suceda tenemos que ser críticos de lo que vemos y aprender a "leer" las imágenes y los mensajes que ellas transmiten.
Observemos por ejemplo la siguiente imagen
Tal pareciera que corresponde con la pandemia global que estamos viviendo por el coronavirus. Sin embargo corresponde a la captura de pantalla de una película surcoreana estrenada en 2013 difundida en latinoamérica como "Virus" (click aquí para ver el trailer)
En estos últimos días varios medios informativos relacionaron la película con la situación que vivimos por sus similitudes. El Clarín (2020) no tuvo inconvenientes en sugerir con grandes títulos cierto carácter profético, incluso falseando un refrán popular: "Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia". Por otra parte, un medio mexicano trucó el título de la película haciéndola coincidir con el coronavirus.
Esta información fue desmentida por la agencia de noticias francesa AFP: "La película fue llamada virus para el mercado hispano y no trata del nuevo coronavirus".
ILUSIONISMO Y REALISMO
Mitchell (2009) explica que para entender el poder que tienen las imágenes tenemos que observar como se relacionan internamente y con el espectador.Las imágenes pueden engañarnos, producir asombro, hacernos deleitar o deslumbrarnos. Esa capacidad de las imágenes de influir sobre quien las mira es lo que se llama ilusionismo.
En contraposición, la capacidad de las imágenes de mostrar la verdad desnuda de las cosas es lo que se conoce como realismo.
Dicho de otro modo, en nuestro mundo mediatizado, realidad y ficción son conceptos que a menudo están desdibujados.
En la era digital, uno de los instrumentos más utilizados por la tecnología es "maquillar" la realidad para mostrar aquello que queremos ver y no lo que es en realidad.