El valor y la luz
A la izquierda, tienes una imagen sin color, que se entiende perfectamente. A la derecha, está la misma imagen, pero sin valores, difícilmente puedes ver de qué se trata, de ahí que la luz sea más relevante que el color en composición.
Existen dos valores opuestos (blanco y negro), a partir de los cuales surgen todos los demás (grises). En esta ocasión, nos vamos a centrar en la luz como valor (claro/oscuro).
Tus ojos registran los valores y después tu cerebro interpreta lo que ve. A veces, la cabeza les da más importancia a unas cosas que a otras, es precisamente de ahí de donde surgen las ilusiones ópticas, como la del Tablero de ajedrez de Adelson.
Áreas de luz
Al iluminar un objeto, la luz rebota sobre los planos de su superficie, permitiéndote ver su volumen. Los planos que se encuentren de cara a la fuente de luz, serán los planos de luz, mientras que los que se encuentren de espaldas a esta, serán los planos de sombra.
El gran reto del dibujo es representar en una superficie plana el volumen y la profundidad que existen en la realidad. Para ello se utiliza el claroscuro, que consiste en interpretar por medio de alguna técnica gráfica las zonas de luz y sombra que se definen al iluminar un modelo.
El claroscuro.
Claroscuro es el nombre que generalmente se la da a uno de los métodos con el que se produce la ilusión de volumen, tanto en dibujo, como en pintura. Con el claroscuro se imita la manera en que la luz incide sobre los cuerpos, acentuando así sus volúmenes.
El claroscuro, así como nos permite producir la ilusión de volumen y espacio, también nos otorga la capacidad de modular la intensidad de la luz aparente de nuestra obra. Esta técnica nos permite producir la ilusión de que la luz es tenue, media o intensa, que viene de un lado, de otro o de varios sitios a la vez.
Todo esto hace del claroscuro una importantísima herramienta, no sólo para generar la ilusión de volumen, sino también para marcar el tono emocional de nuestro trabajo. De hecho, esta es la razón por la que este recurso, cuyo origen se remonta a varios siglos atrás en la pintura, se ha vuelto también recurso de otras artes como el cine y el teatro, los cuales se valen de la iluminación para acentuar escenas y transformar la emoción que éstas producen.
El claroscuro en el dibujo
Una herramienta esencial para aprender a dominar la ilusión de claroscuro es, precisamente, el dibujo; particularmente el dibujo monocromático.
Puesto que el claroscuro no requiere color para producirse, incluso puede llegar a ocurrir en un principio que el uso de color sea un ancla, en lugar de una herramienta de trabajo, cuando se quiere aprender a dominar esta técnica. Esto se debe a que el claroscuro requiere, en esencia, únicamente dos variables: cantidad de blanco y cantidad de negro. Con estos dos simples elementos tenemos la capacidad de producir una gran escala de tonos de grises que, mediante su correcta distribución, nos llevan a producir la ilusión de volumen.
Cuando se agrega color al claroscuro entra una variable más -los matices-, la cual puede ser muy compleja por la bastedad de matices que tenemos la posibilidad de ver.
Efectos de la iluminación
Cuando observamos como incide la luz en los objetos, encontramos una serie de zonas y efectos que debemos tener en cuenta para la representación del volumen.
Brillo.
Se da en superficies lisas o con gran capacidad reflectante. Prácticamente devuelve la misma luz que recibe.
Zona de luz.
Es la superficie que recibe los rayos de luz de forma directa y creando zonas bien iluminadas, puesto que están bien orientadas hacia la fuente de luz.
Medios tonos.
También conocido como medias tintas, son las zonas del objeto que reciben luz directa, pero con trayectoria oblicua. Son zonas menos iluminadas y tienen un valor tonal intermedio entre luz y sombra.
Sombra propia.
Son las zonas del objeto que no reciben luz directa y por lo tanto genera superficies oscuras.
Sombra arrojada o proyectada.
Es la sombra generada generada por un objeto sobre el fondo u otros objetos cuando impide el paso de los rayos de luz.
Reflejos.
Son zonas que reciben luz reflejada por objetos cercano y que por lo general se aprecia en las superficies que están en sombra.
- La luz reflejada o luz refleja
Proviene de los objetos del entorno que reflejan la luz principal. Cuanto más cerca se encuentre el objeto de la fuente de luz reflejada, más clara será la zona de luz reflejada.
Cuidado: la luz refleja nunca puede ser tan brillante como la luz original.
Se produce cuando el objeto bloquea los rayos de la fuente de luz. Puedes hallarla fácilmente trazando dos líneas rectas que partan del foco de luz y pasen por los bordes del objeto.
Se da en las áreas en las que dos objetos se encuentran en contacto, impidiendo el paso de la luz y creando una zona muy oscura. En el caso de la esfera, se encontraría en el punto en el que la esfera está en contacto con el suelo.
LUCES_Y_SOMBRAS.pdf Realizar el ejercicio 43.La luz como forma de expresión
La manera en que iluminas un objeto, cambia la forma en que lo percibes, pudiendo llegar a transmitir diferentes sensaciones: calidez, terror, frialdad, heroicidad, tranquilidad… Esto depende de varios factores: las escala de valores, el contraste, la luz directa o difusa, el ángulo de iluminación, el número de fuentes de luz y el color de esta.
1. Escala de valores
La escala de valores es un sistema ordenado y simplificado, que cubre los diferentes grados de luminosidad (los grises), entre el blanco y el negro. Puedes crear escalas de valores con tramas, tal y como vimos en el artículo sobre la línea. Puedes crear escalas de valores sencillas (por ejemplo, de 5 valores) o complejas (de 16 valores).
Si elijes grises claros cercanos al blanco, crearás un dibujo sobreexpuesto, por el contrario, si escoges grises oscuros próximos al negro, tu dibujo resultará en una imagen subexpuesta. A continuación tienes un ejemplo.
El contraste es la intensidad de la diferencia entre las luces y las sombras de un dibujo.
Por ejemplo, la fotografía de la chica de la izquierda, se corresponde con una imagen con un contraste natural (tiene negro, blanco y grises intermedios) mientras que las tres restantes, son fotografías con un bajo contraste, por eso se ven más homogéneas.
Tip: el contraste sirve para atraer la atención del ojo. Por ello puedes elegir la zona que quieras destacar en tu dibujo (por ejemplo, una cara) y crear un mayor contraste en esta. Para ello solo tienes que aclarar las luces y oscurecer un poco las sombras.
Cuidado: si todo tu dibujo tiene mucho contraste, no habrá un lugar para descansar la vista y disfrutar de lo que ves, sino que resultará en una imagen densa y agobiante.
Por el contrario, si aclaras las sombras y oscureces las luces, creas una imagen de bajo contraste, como puedes apreciar en la foto de la derecha. Si lo exagerases al máximo, resultaría en un dibujo gris, en el que no se distingue nada.
3. Luz dura y Luz difusa
Luz directa o dura: es la que proviene de un foco de luz localizado como el sol o una lámpara. Crea luces y sombras muy pronunciadas. Además, genera una sombra proyectada con un borde definido. Cuanto más dura sea la luz, más contraste creará. Puedes utilizar esta clase de luz para escenas dramáticas y para dirigir la atención a ciertas zonas de tu dibujo.
Luz indirecta o difusa: es la que proviene de muchas direcciones, como un cielo nublado o un reflector (fotografía). Crea luces y las sombras son muy suaves. La sombra proyectada tiene un borde difuso y cuanto más difusa sea la luz, menos contraste habrá. Puedes utilizar esta clase de luz para ambientes tranquilos.
4. El ángulo de iluminación
Se trata del ángulo desde el que iluminas un objeto. Es uno de los aspectos más importantes a la hora de transmitir la emoción del dibujo, especialmente si se trata de un rostro.
Por ejemplo, relacionamos una iluminación desde abajo con dramatismo y terror, mientras que percibimos una iluminación superior como natural, porque la asociamos con la luz del sol.
Una mala iluminación puede arruinar una cara o un paisaje, por lo que es importante que escojas una buena luz antes de empezar a sombrear.
Si vas a dibujar del natural en un espacio interior, haz pruebas con las lámparas, y si estás en el exterior, elige una hora del día con buena luz y busca el mejor sitio para pintar. En el caso de que haya demasiado contraste, puedes utilizar una manta blanca para crear luz refleja.
5. Las fuentes de luz
A diferencia de en fotografía, en dibujo debes simplificar la fuente de luz o nuestro dibujo acabará siendo un batiburrillo incomprensible de luces y sombras. En pocas palabras, se verá como una imagen falsa y artificial.
Lo ideal cuando estás aprendiendo a dibujar, es jugar con un solo punto de luz. También puedes utilizar un reflector para crear volumen gracias a la luz reflejada.
A medida que vayas mejorando puedes añadir más fuentes de luz. Una buena forma de iluminar, es usando un foco de luz cálida y otro de luz fría, pero recuerda no utilizarlos en la misma proporción, uno de ellos debe ser la fuente principal y el otro la secundaria.
6. El color de la luz
Algo tan sencillo como es el color de la luz, puede cambiar por completo la forma en que percibes una misma imagen. Es por todos sabido que los tonos azules, verdes y violetas, transmiten frialdad, mientras que los rojos, naranjas y amarillos, expresan calidez. Además, cuanto más saturado sea el color de la luz, más densa será la imagen resultante.
Como dibujante, debes simplificar lo que ves. Para ello, primero tienes que diferenciar de forma clara el área de luz del área de sombra. Después de todo lo mínimo que necesitas para que tu dibujo funcione son dos valores.
Este esquema te será especialmente útil para paisajes, pero también puedes aplicarlo en personajes. La idea principal, es que cualquier dibujo complejo, debe de poder simplificarse y entenderse con 3 valores: luz, valor medio y sombra.
Como vimos en el artículo sobre perspectiva, por lo general, cuanto más lejos está un objeto, más claros son los valores y menor es el contraste. Por otra parte, los objetos más cercanos se verán más oscuros y con un mayor contraste.
Tomando el principio anterior, divide tu paisaje en tres planos y asigna un valor principal a cada uno de ellos:
- Primer plano: valor más oscuro
- Segundo plano: valor medio
- Tercer plano: valor más claro
- De aquí en adelante, sombrea respetando los valores de los planos, hasta finalizar el dibujo.
El objetivo de este esquema, es que la imagen se entienda, aunque la alejes. Si tu dibujo no se lee bien cuando lo alejas, significa que no tienes un buen esquema de luz. Una forma rápida de ver si el esquema de valores funciona es hacerle una foto al dibujo, pasarlo a blanco y negro y alejarlo.
Cuidado: puedes tener un mal esquema cuando hay muchas zonas de luz en un área de sombra y muchas zonas de sombra en un área de luz.
Tono: cualidad del color según su grado de intensidad. El tono es la diferencia de intensidad entre el blanco y el negro, entre la luz y la ausencia de luz.
Esquema de cinco valores
- Lo primero que debes hacer es diferenciar el área de luz del área de sombra.
- Partiendo de las dos áreas anteriores, subdivide la zona de luz en 3 áreas, asignando un valor a cada una: luz fuerte, luz media y luz suave.
- De la misma forma, subdivide la zona de sombra en 2 áreas y asigna un valor a cada una: sombra suave y sombra fuerte.
- A partir de aquí, ve sombreando el dibujo respetando estas áreas.
¿Por qué 2 valores de sombra y no 3? Nuestros ojos están hechos para percibir más detalles e información en la luz que en la sombra, por lo que resultará más natural.
Claroscuro: Cuando hablamos de claroscuro, nos referimos a la distribución de los valores tonales en la organización de una obra de arte, debe diferenciarse de luz y sombra. Toda obra presenta una relación de valores tonales claros y oscuros. La organización de los mismos hará que la representación sea bidimensional o tridimensional.
Dentro de las partes iluminadas de la composición, como dentro de las que permanecen en sombra, existen grados de luz y oscuridad, dualidad entre luz y sombra, así como los infinitos matices que entre ellas existen. La correcta utilización de este recurso gráfico contribuye a dotar de mayor expresividad, fuerza plástica y naturalismo a la representación de figuras en una composición artística.
El grafismo o trama surge de la necesidad de recrear los elementos en tres dimensiones en un plano, nace para crear el efecto de volumen en el dibujo, especialmente en el trazo del rotulador contra el papel. Mediante la trama también se pueden hacer sombras o crear la profundidad en varios fondos.
Etimológicamente, trama significa «hilos enredados o entretejidos». Comenzaremos aprendiendo a realizar un trazado de tramas y con rotulador, para luego degradar y aplicarlo a una figura de forma básica.
La Espera (Waiting), 1968-1969. Oswaldo Guayasamín.
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