La línea

La línea es el trazo que crea un punto al moverse. Parece obvio, pero la línea es la base de cualquier dibujo. Si la descuidas, tu dibujo puede acabar pareciendo el de un niño pequeño. Como dibujante, vas a usar la línea para simplificar y corregir lo que ven tus ojos.

Cómo usar la línea

En cada una de las fases de tu dibujo, utilizarás un tipo diferente de línea: líneas guía, líneas de forma, líneas de contorno, líneas de sombreado y líneas de detalle. Para verlo mejor, analizaremos el proceso de un dibujo paso a paso:

1. Líneas guía

Las líneas guía son las que usas para hacer el boceto del dibujo, mientras encajas las figuras, construyes los esqueletos y marcas las líneas imaginarias que pasan los ojos, la nariz, la boca… 

Estas líneas tienen que ser finas y suaves, para poderlas borrar y corregir sin que se note. Por eso lo ideal es utilizar lápices duros (H). Puedes encontrar más información sobre los tipos de lápices en el artículo sobre materiales de dibujo.

2. Líneas de forma

Una vez tienes el boceto, es hora de pasarlo a limpio. Puedes seguir usando lápices duros (H) y cuando te sientas con confianza, pasar a lápices blandos (B), para trazar las líneas definitivas negras y fuertes. Simplifica lo que ves, no hace falta que dibujes todos y cada uno de los pliegues de una camiseta. Cíñete a las formas básicas que hay detrás de los objetos.


Por ejemplo, si estás viendo un cactus, que es irregular, pero más o menos ovalado, dibuja un óvalo, no te compliques. Recuerda que eres libre de “corregir la realidad”. Lo bueno del dibujo es que no es una foto, por lo que puedes acentuar las curvas de los músculos o ignorar pequeñas imperfecciones.

La forma en que interpretes la realidad, marcará tu estilo de dibujo. No te sientas mal por retocar la realidad, el dibujo siempre ha servido para resaltar la belleza de las cosas y tampoco tienes que hacer un cuadro hiperrealista.

3. Líneas de contorno

Son las que rodean los contornos de las formas del dibujo. Destacan por encima de las anteriores, porque son más gruesas y/o más negras. No son imprescindibles, ni todo el mundo las utiliza, pero son un recurso estético muy útil que hacen que tus dibujos se vean mejor. Tú decides 😉.

4. Líneas de sombreado

Son las que usas para crear las sombras del dibujo. Existen muchas maneras de sombrear: con acuarelas, inclinando el lápiz, con manchas de tinta… pero si tu dibujo es enteramente a línea, entonces utilizarás las tramas. Las tramas se crean combinando puntos, líneas o cualquier otro elemento gráfico que se te ocurra, siempre y cuando forme un patrón.



Puedes utilizar diferentes tipos de tramas, dependiendo de las texturas de los objetos y de la sensación que quieras transmitir, por ejemplo: orden = líneas paralelas / caos = líneas aleatorias

Cuidado: no mezcles muchos tipos de tramas dentro de un mismo dibujo, a no ser que quieras que este parezca caótico, denso y agobiante.

Antes de comenzar con el sombreado de tu dibujo te recomiendo tener una escala de valores de referencia (de más claro a más oscuro). De esta forma siempre sabrás qué tipo de trama aplicar en cada zona. Para entender mejor cómo funciona la escala de valores, puedes leer el artículo sobre luz y valor.

5. Líneas de detalle

Son las últimas que aplicas al dibujo. Se trata de líneas muy pequeñas y finas, que sirven para dar todos aquellos detalles que no percibimos cuando emborronamos la vista. Es importante tener el lápiz bien afilado en esta fase.


Errores comunes: muchos principiantes cometen el error de empezar por detalles como pestañas, pelos o pecas. Si empiezas por aquí, luego te será imposible encajar bien tu dibujo y acabará estando deforme y desproporcionado.

Recuerda: empieza definiendo las formas más generales y ve entrando en detalle poco a poco.

Truco: Líneas para componer

A continuación, te presento un pequeño truco para superar los bloqueos artísticos y que te ayudará a enfrentarte al papel en blanco. Solo necesitas papel y un lápiz.

  1. Divide el papel en 8 partes iguales, que serán las viñetas.
  2. Traza dos o tres líneas largas en cada viñeta.
  3. Añade más líneas siguiendo tu intuición, dividiendo los espacios.
  4. Llegará un punto, en que estas líneas, comenzarán a sugerirte dibujos.

Si te centras en hacer líneas rectas, paralelas y perpendiculares, tu dibujo tenderá a ser más simétrico y serio, mientras que si haces líneas curvas y asimétricas, tu dibujo se verá más dinámico y natural.

El trazo

Ahora que ya sabes cómo utilizar la línea en las diferentes fases de tu dibujo, verás qué es un trazo, qué tipos hay y cómo utilizarlos.

¿Qué es un trazo?

El trazo es la línea que haces sin levantar la herramienta de dibujo (lápiz, pincel, bolígrafo…) de la superficie del papel. No los confundas con la línea, pues esta, a menudo está compuesta por varios trazos muy juntos o superpuestos.

La textura del trazo

Dependiendo de la herramienta con que dibujes (grafito, carboncillo, pastel…) y del papel que utilices (satinado, de grano…), tu trazo tendrá una textura u otra. Es importante que elijas el tipo de papel adecuado para cada herramienta.

Para ver qué tipo de papel es mejor para cada técnica, visita el artículo de materiales de dibujo.

Elementos del trazo

Hay tres elementos que definen tu trazo: la variación del grosor, el temblor del pulso y la soltura de la mano.

1. Grosor

Es bueno variar el grosor de trazo, de lo contrario, tu dibujo se verá muy monótono y técnico. Cambiando el grosor aportarás personalidad a tu dibujo. Para esto, sólo tienes que aumentar o disminuir la presión que ejerces sobre el papel.

2. Temblor

Esto depende de tu pulso, pero siempre lo puedes mejorar. Cuanto más despacio hagas el trazo, más visible será el temblor de tu mano (como sucede con los sismógrafos). Por ello, realiza los trazos sin demorarte demasiado y con confianza.

3. Soltura

Es la capacidad de hacer un dibujo con el menor número de trazos posible. Evita hacer líneas dibujando muchos trazos juntos, intenta hacerlas largas y del tirón. No importa que no queden perfectas, pronto comenzarás a desarrollar soltura.



Cómo mejorar tu trazo

Simplemente toma unos cuantos papeles en sucio y llénalos de diferentes tipos de trazos: horizontales, verticales, oblicuos, curvos, en sierra, en espiral, etc.

Dibuja en diferentes direcciones (derecha-izquierda, izquierda-derecha, arriba-abajo, abajo-arriba…) y haz trazos largos. Recuerda utilizar las diferentes partes de tu cuerpo cuando dibujas (dedos, muñeca, codo y hombros), en función de si tus trazos son de detalles pequeños o muy grandes.



Psicología de la línea

Puedes transmitir diferentes sensaciones con tus líneas, variando algunos factores como la forma, la disposición, el grosor o la variación del grosor. Si eres observador, sabrás que el color también influye en la manera en que percibimos las cosas, pero eso lo veremos más adelante.



Líneas según su forma

  • Líneas rectas: robustez, rigidez, artificialidad.
  • Líneas curvas: dinamismo, vitalidad, movimiento, sensualidad, suavidad.
  • Líneas quebradas: fuerza, movimiento, dinamismo, agresividad.

Líneas según su disposición

Cuando diseñes una composición para tu dibujo, elige una disposición de línea, para que sea la predominante.

  • Líneas horizontales: tranquilidad, reposo, seguridad, estabilidad.
  • Líneas verticales:  elevación, fuerza, equilibrio, espiritualidad, grandeza.
  • Líneas oblicuas: desequilibrio, acción, movimiento y dinamismo. También pueden crear una sensación de perspectiva.
  • Líneas ascendentes: superación, crecimiento, optimismo, éxito.
  • Líneas descendentes: derrota, depresión, pesimismo, fracaso.

Líneas según su grosor

  • Línea fina: ligereza, suavidad, elegancia.
  • Línea gruesa: pesadez, fuerza, tosquedad.

Líneas según la variación de su grosor

  • Línea uniforme: robustez, artificialidad, rigidez, uniformidad y monotonía.
  • Línea caligráfica: sensibilidad, naturalidad, carácter y personalidad.


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